Los sueños se escapan, las oportunidades se pierden, las personas se cansan, el cielo azul perecerá viendo como todo pasa, rápido para él, lento para nosotros. Puede que a veces necesitemos tiempo para decidir, pero pensando siempre que las oportunidades van y vienen y si es importante para ti es mejor no dejarlo ir. Un día despiertas, todo parece igual que ayer, pero ahí esta la clave en saber que es igual que ayer o parece igual que ayer, saber si algo a cambiado de la noche a la mañana, saber. Puede que nada sea igual que ayer y tu desayunes exactamente lo mismo que cada mañana. perder el tiempo es humano, perder oportunidades es de humanos también, pero humanos idiotas. No hay ninguna receta para hacernos perfectos, pero podemos intentar ser perfectos con lo que de verdad nos importa. En los momentos de estrés, cuando son demasiados los pensamientos pasan por tu mente piensas bueno pero que más dan esas cosas sabiendo que nada es para siempre, y seguro que poco antes has dicho venga yo puedo, nada es imposible. Pues si  de verdad crees que nada es imposible pon algo de tu parte, no decaigas, todo se puede conseguir, por que, nada es imposible. 

Hay dos clases de días: los días grandes y los que no lo son. Al despertar tu pregunta es ¿hoy será un día grande? Quizás no te lo preguntes literalmente pero lo hacemos sin darnos cuenta. Pensando si sucederá algo que queremos que suceda. Si crees en supersticiones miraras el cielo y si esta nublado estarás deprimida, si amanece despejado te irá bien, si hace niebla alguien se marchará sin que te des cuenta,  y si hace viento te dirán todo lo que no quieres oír. Yo no creo en supersticiones más que nada porque casi todas son negativas. Quizás el temor, quizás por el miedo a que algo falle. Pensamos que el día no puede ir peor que una pesadilla y que no puede ir tan bien como un sueño. También depende del día de la semana que sea nos deprimimos o nos alegramos, como si la camiseta que te querías poner no está limpia, también depende de lo que desayunes o depende de lo que diga la radio para despertarte.  También depende de la hora de despertarse, de la estación del año, de si algo te paso ayer. Pero, ¿sabéis qué? Pues que hay tantas cosas que considerar en el estado de ánimo que al final es mejor pasar de todo a perder media hora pensando en cómo despertarte, si tomarte el tema del día con tranquilidad o clasificarlo minuciosamente. 

He cometido muchos errores, he dejado atrás muchas esperanzas, he abandonado muchos sueños, puede que lo halla hecho en vano, puede que no llegue a nada, puedo perder otras cosas, pero no me digas que no me he esforzado, que no he sufrido y que no he conseguido nada. Todo tiene su recompensa, la mía llegará tarde o temprano y entonces dejaras de mirarme como si fuera estúpida. Quizás mi recompensa sea que aprendas de mi, o quizás consiga lo que estaba persiguiendo.  

La vida te propone un reto, perseguir tus sueños, afrontarla, porque si no lo haces es que no tienes vida. 

No somos libres del todo, estamos atados a todo con enlaces invisibles, nos limitan nuestras decisiones. No nos dejan decidir por lo que queremos sino por la decisión más apropiada, no nos dejan ver que en una decisión que tiene dos opciones en realidad hay tres, escapar. Huir de todo sería lo más razonable, huir de las responsabilidades, huir de una sociedad predeterminada, para muchos somos títeres, por ejemplo, los políticos toman decisiones que nos controlan, los animales deciden como sigue la cadena alimenticia, pero solo tienen dos opciones, vivir o morir pero hay que buscar algo que sirva para todos, no solo para unos cuantos, y así también nos limitan, ya ves limites por todas partes. ¿Qué hacer cuando tu propio destino está en una sola decisión?