jueves, 30 de junio de 2011

A bit love

Summer

Summer is here. From June 21

A natural thing.

Enamorarse no debe considerarse como algo mágico y bonito, simplemente es un estilo de vida común, algo de lo más natural. Es un sentimiento incondicional que no se puede controlar. Nadie lo siente de la misma manera, pero todos lo llegan a sentir algún día. Algunas personas confunden la amistad del amor y se llegan a equivocar. Las personas enamoradas son las personas más peligrosas. Podrían hacer cualquier cosa con tal de estas con su amor.  Romperían las barreras del equilibrio, buscarían una puerta de huida de la realidad, infringirían las leyes. Podrían matar con tal de ver su sueño hecho realidad. Porque el amor no sabe de nada más de que tiene que conseguir una meta. Porque el amor no se puede controlar, no se puede retener, no soporta la espera y no sabe olvidar. Lo único que puede a la amor es un adiós... lo dejaría destrozado, inmovilizado. Se puede recuperar, pero hay casos en el que el daño es mayor y el amor queda reducido a miseria y no vuelve nunca. Otros rehacen su vida buscando otro amor, pero nunca olvidan al otro. Y el momento en el que sabes que estás enamorado, el momento en el que le ves una explicación a tus absurdos actos que haces cuando estas con él, cuando te das cuenta del porqué, ese momento es de los más felices, y, cuando te das cuenta de que él también te ama, ese momento es... absolutamente inolvidable. Sentir su piel rozando la tuya, sentir su respiración cerca de tu oído y que te susurre un “te quiero”, cuando tocas sus labios con los tuyos y sientes el deseo de que nunca termine, cuando sientes eso no piensas en nada  más que eso, no hay espacio en tu mente para nada más, ni para el futuro, ni para lo que piensen los demás, ni para pensar en otra persona, solo hay espacio para él, ni siquiera puedes pensar en ti mismo. Porque solo lo admites a él, porque solo lo quieres a él y solo quieres estar con él. Por las ganas irresistibles de no soltarle nunca la mano, por querer gritar de felicidad, por todo, por él. Porque el amor de alguna forma nos da la felicidad y nos aleja de cualquier otro pensamiento. Porque no puedes verte con otra persona más que con él, porque solo tienes ojos y sueños para él, porque cuando vas a probar si pinta un bolígrafo escribes su nombre, porque te sientes culpable si miras a otro cuando él no está, por todos esos motivos, estas enamorada.

Stella.

3 de la tarde
sobre mis pies y asombrado
A través de palabras inadecuadas y una sensación de hundimiento
me deje llevar, cansado
cansado de dormir en el suelo.
otra noche, otro resultado
estoy cansado, las botellas se están rompiendo
solo eres feliz cuando estoy destrozado
apunto con mi dedo, pero no sé donde ubicarlo
se siente como si mi estuviera enamorando
cuando en realidad estoy cayendo al piso del baño
recuerdo que sabor tienes
seamos sinceros, te he tenido muchas veces
se siente como si solamente yo me estuviera enamorando
¿Stella me llevarás a casa?
¿Stella me llevarás a casa?
2 de la mañana
de nuevo estoy borracho
sabes que no necesito dormir
perdí mis llaves, pero tengo un montón de amigos
y ellos siguen... siguen volviendo por más
otra noche, otro resultado
estoy cansado, las botellas se están rompiendo
solo eres feliz cuando estoy destrozado
apunto con mi dedo, pero no sé donde ubicarlo
se siente como si mi estuviera enamorando
cuando en realidad estoy cayendo al piso del baño
recuerdo que sabor tienes
seamos sinceros, te he tenido muchas veces
se siente como si solamente yo me estuviera enamorando
¿Stella me llevarás...?
una razón por la cual nunca debí haberte conocido
solo otra razón por la cual no te olvide
estamos cayendo
la habitación esta girando fuera de control
me pierdo en un momento crucial
la vida nocturna está tomando sus víctimas
y así es como debería ser...
vamos,¿ Stella me llevarás a casa?
solo eres feliz cuando estoy destrozado
apunto con mi dedo, pero no sé donde ubicarlo
se siente como si mi estuviera enamorando
¿Stella me llevarás a casa?
solo eres feliz cuando estoy destrozado
apunto con mi dedo, pero no sé donde ubicarlo
se siente como si mi estuviera enamorando
cuando en realidad estoy cayendo al piso del baño
recuerdo que sabor tienes
seamos sinceros, te he tenido muchas veces
se siente como si solamente yo me estuviera enamorando
¿Stella me llevarás a casa?
solo eres feliz cuando estoy destrozado
apunto con mi dedo, pero no sé donde ubicarlo
se siente como si mi estuviera enamorando
cuando en realidad estoy cayendo al piso del baño
recuerdo que sabor tienes
seamos sinceros, te he tenido muchas veces
se siente como si solamente yo me estuviera enamorando

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 5 (parte 4).

Nos pedimos dos tarrinas medianas, el de coco y yo de turrón con caramelo. Nos sentamos en una mesa a la luz de una farola, la gente de nuestro alrededor parecía normal, pero no podía apartar de mi mente la idea de que el joven, podía estar entre ellos. Mire al John, creo que él también tenía miedo, respiraba con cierta dificultad y a mí me costaba aclarar mis ideas.
   - He oído que esto ha ocurrido varias veces, muchos lo denunciaban, pero...- estaba confuso, le temblaba la voz, pero sobre todo parecía vulnerable, tenía miedo.- pero tranquila, nunca, nunca ha muerto nadie.- me miro a los ojos y me lo dijo muy despacio entrelazando sus dedos de ambas manos y golpeando suavemente la mesa. Yo no sabía que contestar y decidí no hablar. Dejar que John me calmara. Estoy segura que si tuviera un tenedor entre las manos lo clavaría en la mesa y sería capaz de atravesarla, solo con la fuerza de la frustración y la ira que contenía por no saber qué hacer, que decir, no sabía nada. Una lágrima broto de mis ojos y surco mis mejillas sin previo aviso, un movimiento tan simple como el deslizamiento de una gota de agua por un río. Baje la cabeza un momento, pensando en cómo reaccionar, ahora debía reaccionar.
   -John, tengo miedo.- levante la mirada y me encontré con la misma situación que la mía. John estaba llorando.
   - No me lo puedo creer.- una sonrisa cautelosa asomo por su rostro, una sonrisa irónica.- es que, últimamente todo me sale mal...- deja escapar un largo suspiro.
   - ¿Yo también he salido mal?- pregunto, dándome cuenta de cuanto me importa esa respuesta realmente.
   - No, tú eres de las pocas cosas que me han salido bien, pero es que ese tío es lo que ha hecho que todo lo que parecía que iba bien, todo lo que se relacionaba contigo, ese gilipollas... como lo pille lo mato.
   - John relájate, nada va a cambiar ya veras, mañana iremos a poner una denuncia a la comisaría y asunto resuelto.- John levanta l vista, su mirada tiene un punto dudativo, pesimista y algo de felicidad. No está demasiado de acuerdo, pero aun así, asiente.- a ver saca la cámara y veamos la prueba que entregaremos en comisaría, he sacado una foto antes de irnos, ya sabes, por si acaso.
John obedece y saca con cautela la cámara de la mochila y me la entrega. Le miro y muevo los labios que espero que extienda como un “gracias. Enciendo la cámara y espero que se cargue. Estoy a punto de mirar la foto, se está cargando 67%, 82%, 91%, 100%.
   - Imposible.- digo boquiabierta.
   - Déjame ver.- le paso la cámara aun pasmada.
   - estas segura de que lo viste cuando la hiciste.- asentí.
   - pero ahora... ahora no está.- dice casi tan impresionado como yo. Juraría que lo vi por el objetivo, no tardó tanto el disparo como para que pudiera desvanecerse en la oscuridad. Es absolutamente imposible. Tanto como que cruzase toda la playa sin pasar por delante y en tan poco tiempo. Porque cuando yo lo vi, estaba a la izquierda, pero cuando John se percató de su presencia se encontraba en.. la derecha. Eso solo quiere significar una cosa... hay más de una persona detrás nuestra y me temo que va enserio.

miércoles, 29 de junio de 2011

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 5 (parte 3).

   - Perdona. Pero es que...- agacha la cabeza y la pone entre las piernas. No sé qué espera que le diga, no me ha dicho nada aun que me importe. Deja escapar un suspiro largo y sigue hablando.-... es que siempre les gusto a todas, ya sabes...- después de eso silencio, ahora que me lo ha dicho no sé qué contestar,- soy un completo estúpido, era un momento bastante bonito y yo... yo lo he estropeado con mis tonterías,- pretendía seguir hablando pero me miro y vio l expresión de mi cara, la pillo al momento, que le perdonaba, que no pasaba nada, pero que prefería ver el atardecer de una manera diferente más normal.
El atardecer surcaba el cielo sin dejar un hueco libre para dejar paso al verdadero color del cielo, el azul. Impasible. El sol caía dentro del mar ocultándose para dar paso a la oscuridad. Calculé que quedaban aproximadamente 10 minutos para que el sol acabara su recorrido por el cielo. Cerré los ojos para sentir la esencia del calor de los últimos rayos de sol, suaves, cálidos, describen un hasta luego en mi piel antes de ocultarse tras el horizonte. Una pregunta invade mi mente en ese momento. ¿Será cierto lo que dice John? ¿Será cierto que me he enamorado de él n tan poco tiempo? ¿Será verdad que no me merece? Y si es cierto que no lo merezco, ¿Por qué? Todo tiene una respuesta, supongo. Y espero que con el tiempo las sepa responder, en poco tiempo, soy demasiado impaciente como para esperar mucho tiempo.
El sol se fundía con el horizonte y el color naranja se derramaba sobre él con reflejos desiguales. Los deseos de la noche se desatan en una brisa acogedora, salvaje y cálida, sobre todo cálida. Abro los ojos y busco a John, pero no lo encuentro. Me alerto, pero sé que no estoy sola en la playa, ahí alguien más, miro a los lados, nada. Espera, a la izquierda, protegido por la poca intensidad de la luz, hay una silueta, la de un joven, parece robusto, se me eriza el bello de los brazos, mis músculos se tensan y mis sentidos le alertan esperando el momento para echar a correr.                                                                                        
   - ¿Qué pasa?- Dios. La voz de John me sobresalta. Se encuentra detrás mío un poco alejado y con la cámara en la mano, me estaba tomando fotos con el atardecer, supongo.
   - Na- nada- se me quiebra la voz y me temo que esta vez, lo habrá notado.- es que no te encontraba y al mira a la izquierda vi a...- la silueta negra ya no estaba, se había esfumado.- es-estaba ahí, un joven alto,... Pero ahora..- hasta yo estoy impresionada con lo que digo, no puedo salir de mi asombro, pero yo sé que estaba ahí y lo que más temo es que ahora sé que era por mí, si no se habría marchado. O simplemente sea una mera casualidad, pero... Entonces no lo entiendo.-... ya no está.- suspiro, con un punto de miedo y terror.
   - Shopie, creo que será mejor que nos vallamos.- dice mirando ahora, hacia la derecha. La silueta está ahí. Tengo miedo y John parece que también. Le quito la cámara para hacer una foto para hacer una denuncia, no pienso que me persigan durante este fin de semana. Hago la foto, cojo a John de la mano y salimos corriendo en dirección a los bares de la costa. Decidimos tomar un helado y hablar de lo que acaba de pasar, me parece buena idea y acepto.

martes, 28 de junio de 2011

Imperfección vs perfección

Ser diferente no es ningún problema. El problema está en cómo te traten los demás. Racistas. Metidos en su propia forma de entender la imperfección y l perfección. Yo digo que no hay forma de entender la perfección, no existe ningún ejemplo de la perfección. Pero la imperfección está en todas partes y no llego a comprender como se puede ser racista. Ser racista es humillar a la imperfección, pero el caso es que, todos tenemos un punto de imperfección, algunos más que otros, pero todos lo tenemos. En todas partes se encuentra la imperfección. Aquí está la imperfección. En como lo leéis, en  como tocas el teclado, en como sonríes, en cómo te vistes, en como caminas, en como lo haces todo. Pero digo yo, si todo fuera perfecto implicaría que todo fuera igual. He aquí l moraleja, la imperfección es la personalidad y la forma de hacer las cosas de cada uno.

HOY.

HOY ES UN DIA DEDICADO A LORD VOLDEMORT.

LORD VOLDEMORT FAMOSOUS


LORD VOLDEMOR FAMOSO POR MUCHAS COSAS: ACTOR, CANTANTE, BAILARIN...





Lord Voldemort.

Cleverbot

You: I'M LORD VOLDEMORT.
Stranger: and i'm your nose.
You: OH, MY GOD, I'VE FOUND YOU!!!!

Changes

Hay personas que cambian para bien.
Ejemplo:

 










Y otra cambian para mal.
Ejemplo:




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Volvamos a empezar.

Dicen que todo deja huella. La huella que tú dejaste en mi fue el vacío. Porque todos esos momentos que intento olvidar vuelve con una simple mirada que te eche.  Porque cada vez que paso por aquella calle rememoro un momento contigo. Porque cada vez que veo a dos personas de la mano siento que algo me falta. Porque en tan sencillo como decir que te sigo queriendo y que aunque haga todo por olvidarte, no puedo. Me importas demasiado como para dejar que te esfumes de mi pasado tan rápido. Porque nadie me hará sentí como tú. Porque todos tienen una forma distinta de amar y la tuya no creo que se me vaya a poder olvidar en la vida. Porque todavía sigo esperando a que llame alguien por teléfono, lo descuelgue y escuche tu voz. Porque sigo esperando a que vuelvas a sentarte junto a mí en el banco de la calle. Porque sigo esperando que cuando crucemos las miradas pueda encontrar una sonrisa en tus labios. Porque espero a que me vuelvas a hablar por el chat y me digas que sientes lo mismo. Porque te necesito conmigo, vuelve. Solo tenemos que decir sí.

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 5 (parte 2)

Hacer como si no estuviera pensando en otra cosa es una buena opción, así que acepto la cámara con una sonrisa y le doy las gracias en un susurro, en verdad no sabría si ha sido un susurro o más bien un simple movimiento de los labios, pero me da igual, John me ha devuelto la sonrisa y ha fijado le vista en el atardecer y decido que me ha entendido. Miro la cámara atentamente, no es una polaroid, pero me da igual miedo, nunca fui una buena fotógrafa y me da miedo fallar a la hora de hacerla. La enciendo y espero a estar preparada para hacer la foto, listo. Miro por la lente de la cámara y veo el atardecer más perfecto que he visto en mi vida. Saco unas cuantas fotos, porque seguro que algunas me saldrán mal y no puedo desperdiciar tal belleza con mi poco talento. Cuando he terminado de tomar todas las fotos que he creído bastantes miro a John que se ha acomodado en la arena de la playa sentado con las manos rodeando las piernas y mirando el atardecer.
   - Es mi color favorito.- dice en un susurro, señalando el naranja que baña el cielo. Esboza una tímida sonrisa. Aparta la vista del atardecer para mirarme.
   - Si, es muy bonito.-su observación me había cogido completamente desprevenida y no he podido decir más que eso. Debo arreglarlo.- Mi color favorito es el de tus ojos.- vaya como lo he arreglado. Sin embargo, él me mira con un cierto punto de intriga.
   - No te merezco Shopie, creo que te mereces algo más que a un chico que te salvo de un encontronazo con un delincuente.- dice con un tono suave, casi compasivo, como si se estuviera privando de algo de lo que podría disfrutar, pero él afirma que no es de su merecer. Me temo que de lo que se está privando es de mí.
   - John, si lo que estás insinuando es que me siento atraída por ti estás muy equivocado, yo nunca pensé de ti de esa manera. Casi no te conozco, cómo puedes pensar eso. – se me hace un nudo en la garganta y decido dejar de hablar, estaba a punto de quebrárseme la voz y eso podría delatarme que en el fondo, si me siento atraída por él en cierto modo, pero aún no sé de qué modo se trata.    
John me mira, parece desesperado por que entre en razón, pero no se da cuenta de que lo que pasa, la realidad, es que ni yo misma lo sé. Le devuelvo la cámara, enfadada. No me puedo creer que vaya a recordar el mejor atardecer de lo que llevo de vida así de asqueroso.                                                                                        

lunes, 27 de junio de 2011

OK.

Borde y simplemente, ok.

porque no te mereces más, porque nunca me has dado más y te lo mereces.

Todo tiene cosecuencias. Admite que te equivocaste. Admitelo y te pudeas merecer algo más que un ok.

+Porque en tú interior, te lo mereces.

No love style "Las Vegas"

dicen que amar al estilo "Las Vegas" es amar a lo grande y que si no has amado asi, es que no has amado. otros dicen que han sufrido amando de esa orma, les creo mucho más a ellos. Amar de esa manera implica despreocupacion, ignoración a los sentimientos del otro. Hubo una persona que me hablo de su sufrimiento por culpa de este amor, lo que me conto me dejo conmocionada y cambia la connotación de la palabra amor tal y como la coocemos. Él me dijo que se enamoro de una joven extranjera, me conto que estubieron juntos y que eran relativamente felices, pero se dio cuenta de que ella lo estaba engañando con no se cuantos hombres más, ella amaba al estilo "Las Vegas", y además me dijo que después de que él lo descubriera todo discutieron, y muy reñidamente y me relató cada frase de la discusión, cada palabra, cada silaba, cada letra,... pero lo que más me sorprendió fue la última frase de ella.
   - Ahora comprendo que amar de esta manera, no es amar, es mentirte a ti mismo y ocultarte lo que realmente significa amar y lo siento por todo, no me había dado cuenta de lo que hacía, se que no me perdonaras, pero bueno... de todos modos gracias.

Él me digo que estaba deseando perdonarla. Lo que él sentía era verdadero amor.
Yo me he enamorado de una persona que ama al estilo "Las Vegas" y lo peor es que, aun sabiendo como es, lo sigo amando de la misma manera.

domingo, 19 de junio de 2011

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 5.

                                            CINCO
Me aferro al pensamiento de que solo somos casuales conocidos, y de que no quiero estropear aquel momento con mis tonterías, que todo pasara si tiene que pasar y que las ilusiones solo sirven para crear desilusiones y que de eso tengo ya demasiadas como para tener más. La playa se acerca a mí a cada paso que doy o yo me acerco a ella poco a poco, pero me da igual con tal de que sea con John, solo quiero ser feliz ahora y el futuro ya se verá más adelante. La arena masajea las plantas de mis pies, a John se le hunden los pies en la arena y se toca el pelo despeinado y totalmente marrón, ni claro ni oscuro, marrón neutro. Un marrón perfecto, con pequeñas hondas en el pelo. Se lo está dejando crecer y no puedo evitar mirarle los ojos bajo las puntas. Se da cuenta y me devuelve la mirada, divertido, feliz, intentando ir mas allá de donde le llevan mis ojos, quizás descubriendo algo nuevo en ellos, algo le debe llamar la atención si los mira así, interesado de aprender de ella, queriendo saber lo que pienso, al igual que yo. La tarde trae una brisa que me susurra secretos de esa mirada hechizante, me trae olores suaves a algún restaurante cercano y olores dominantes, como el del mar, el leve sonido de las virutas de arena bajo nuestros pies, la sonrisa dibujada inconscientemente en nuestras caras, aparecidas sin pedir permiso, rebeldes sonrisas y el color del atardecer que nos envuelve acogedor como la colcha de una cama en invierno cuando el frio hiela la sangre. Aparto la mirada de la de John para mirar al sol, está pegado al horizonte, dejando escapar los últimos rayos de luz, pienso en inmortalizar este momento, vuelvo a dirigir la vista a John.
Él está un poco más alejado de mí que cuando salimos. Está de pie, con la mochila abierta y con una cámara de fotos en la mano, mirándome incrédulo. Sonrío. Y yo que pensaba que esto solo ocurría en las películas. La realidad me sorprende. John me sorprende. Nunca pensé en él de este modo. Y no me puedo creer que lo esté haciendo ahora. Valla amigo que me he echado. Es totalmente perfecto. Algo que antes pensaba que solo lo tenía una persona... fuera, no pienso pensar en ella ahora, ni cuando esté con él.

lunes, 13 de junio de 2011

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 4 (parte 10)

Me voy hacia la puerta, pero rectifico y voy primero a la cocina a cogerle dinero de la cartera de mi padre, vamos a cenar fuera y mi padre no está, creo que sería conveniente dejarle una nota al menos. Me parece raro que mi padre no haya llegado, pero no tengo ganas de preocuparme por nada ahora solo quiero pensar en la hora. Miro el reloj. John se tiene que dar prisa. Me dirigí a las escaleras y me sobresalto John que bajaba corriendo y por poco no me cae, pero consiguió esquivarme. Mire el suelo perdía el equilibrio porque aunque solo me hubiera rozado, no estaba preparada. Soy patética. Pero John me coge del hombro para que recupere el equilibrio y  todo vuelve a ser estable.
   - será de las medicinas que te mandan, desde que te desmayaste te medican con una dosis de un medicamento raro que te deja fatal.- dijo, su voz sonó delicada, perdida incluso.
   - Gracias.- solo me atreví a decir eso, que yo supiera nadie me a dicho nada de medicamentos hasta ahora.
Miro el reloj.
   - Bueno vámonos, que se nos va a hacer tarde si no nos damos prisa.- dije sonriendo- mirando a John.
Él me mira, duda, pero al final hace lo que yo estaba esperando. Me coge de la mano y me guía hasta la puerta. Y el atardecer envuelve el ambiente.  Todo parece más cálido. John se relaja inspira profundamente mientras nos acercamos a la arena, cierra los ojos y capta cada uno de los olores que trae la brisa. Verano. Parece tan cercano. Ahora deseo detener el momento. Ahora ay algo más de John que me gusta. Él.

miércoles, 8 de junio de 2011

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 4 (parte 9)

Sigo esperando escuchar su voz para que me diga que no pasa nada, que todo está bien.
   - Vamos a bañarnos anda, que nos va a dar algo con este calor.- dice, suave, consolador, destensando la situación. Sus ojos verdad siguen clavados en los míos, me pregunto que verá en ellos, y que vio mi madre en ellos. Si son unos ojos simples, totalmente negros, no tienen nada de especiales. Dejo mis pensamientos. Estoy andando de la mano de John hacia el mar. Le miro de perfil, sonrío, parece no darse cuenta. Una sensación de frescura me recorre desde las puntas de los pies hasta la cabeza. El agua pasa suave entre los dedos de mis pies e invade toda la orilla. John se estremece. Nos adentramos en el mar. Nos salpicamos. Nadamos. Disfrutamos del agua. Reímos. Y al final acabamos flotando en el agua.
   - El mundo contigo es muy distinto al que vivo con mis amigos en Cefalonia.- dice, casi como un susurro. Odio cuando se pone melancólico, pero esta frase me hace enrojecer y prefiero no contestar. Prefiero no decir nada, a decir algo que pueda cambiar las cosas. Soy feliz con John, ahora. Mi padre llegó con una cesta cargada de comida para que estuviéramos en la playa todo el día. Después de comer, mi padre se fue a dar un paseo por la playa. Nos ofreció ir con el pero John y yo estábamos a gusto  sentados en la arena y estuvimos un rato más, así sin decir nada, sin mirarnos, sentados en la arena, removiéndola y formando pequeños hoyos en ella, moldeándola, y sin darnos cuenta acabamos haciendo un barco velero hecho con arena de la playa. Nos quedó bastante pasable, podríamos convertirnos en artistas, pero preferimos meternos en el agua una vez más
La noche caía a cada segundo que pasaba. Quedaba escasa una hora para el atardecer. Le propuse a John irnos a casa y vestirnos para salir a cenar y ver el atardecer. Él accedió. Teníamos que darnos prisa. John corría delante mía para llegar a casa. La casa estaba muy cerca de donde nos habíamos sentado y no tardamos en llegar. John tenía la camiseta colgada del hombro y las chanclas en la mano, las soltó y se las puso en los pies. Yo hice lo mismo. Él fue a tender las toallas que habíamos usado, mientras que yo subí a la planta de arriba y me di una ducha rápida, al salir de la ducha estoy cubierta únicamente por una toalla. Atravieso el pasillo y me percato de la mirada atenta de John desde la puerta de su habitación, está asomando la cabeza disimuladamente, pero lo hace a propósito, su mirada burlona me lo revela. Sonrío y él se mete en su cuarto cerrando la puerta detrás suya. Me apresuro en vestirme. Me pongo unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta a rayas con la manga caída y en los pies unas sandalias. Ya estoy lista. Salgo de mi habitación, pero antes miro la hora. “nos queda media hora” pienso y me apresuro a bajar las escaleras, no tengo ganas de repetir la escenita de esta mañana, y he visto bastante a John sin camiseta por hoy, y además, si me asomara ahora pensaría que estoy solo quiero verlo sin camiseta.

sábado, 4 de junio de 2011

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 4 (parte 8)

Miro para abajo intentando parecer alagada. Pero me invade una sensación de malestar. No lo soporto. Quiero gritar. Pero a John no sería capaz. Ha hecho demasiado por mí. No se lo merecería. Una lágrima intenta caer  por mi mejilla, imparable, veloz. Espero que no se dé cuenta. Noto su mirada atenta en mí y me contengo la lágrima, ya habrá muchos más motivos para derrocharla, hora no es el momento. Temo ser descubierta. Debo reaccionar, cualquier movimiento que no levante sospechas de lo que siento. John se ha movido. Normal que se halla cansado de ver a una niña haciendo el tonto solo porque le ha dicho que tiene los ojos bonitos. Yo también me odio en este momento. Levanto la mirada. Parece un desesperado, no sabe qué hacer conmigo. Seguro que ya se está hartando de mí. Mira al cielo, le ciega la luz, por lo que cierra los ojos. Algo me ha abandonado. Ya no siento su mirada. Pero, sin embargo, su presencia prevalece, ese cuerpo perfecto. Con la curvatura perfecta en la espalda. Las piernas musculadas, pero no demasiado, al igual que los brazos, que uno suyo es como dos míos, definitivamente atractivo. Suerte. Eso es lo que tengo yo. Y no me siento merecedora de este premio que me concede la vida, arrebátamelo cielo, pues yo no puedo poseer algo de lo que no soy merecedora. Tonta me deben llamar en todas partes, estoy perdiendo el tiempo pensando en esto. Hacen casi 10 años de la muerte de mi madre y su memoria no me ha abandonado, pero eso no es lo que me preocupa, sino que me está arruinando la vida, nuca volveré a ser yo. Pero todo se puede intentar. Y yo lo intentare ahora. Valor.
   - John.- reacciona a la llamada de mi voz. Ladea la cabeza, baja los brazos y los deja colgando. El verde de sus ojos está clavado en mí.- perdón, pareceré idiota, es que mi madre me ha dejado una marca que es imposible de quitar. Ah, y gracias,-sonrío, y el suspira, le he quitado una gran peso de encima.- tus ojos también son muy bonitos, incluso más que los míos, seguro.- sonríe, se acerca a mí. Y yo no aparto mi mirada de sus ojos. Me acaricia la mejilla. Su mirada sigue atenta la forma de mi cuello en coordinación con el movimiento de su mano, yo sigo mirándole los ojos, sigue acariciando mi hombro, y llega a mi brazo. La mano. Me toma la mano y sube la mirada. La suya se encuentra con la mía.

jueves, 2 de junio de 2011

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 4 (parte 7)

Me levanto, veloz. Me llevaré a John a darnos un baño si no temo que e me dé una insolación, este calor no puede ser real. Solo estamos en primavera. Me duele la espalda de la caída, pero no me he hecho nada. Me estiro ligeramente. Miro el mar. Prepotente, perfecto, listo para mí, solo para mí, y mi invitado, John. Aunque yo sea su invitada, eso me da igual, el mar es mío lo vi yo antes, él se puede quedar su estúpida camiseta. Intento hacerme la enfadada, que lo note. Me cruzo de brazos y miro para abajo, luego lo miro a él, se está sentando, así que me pongo delante suya. Me mira, pero el sol le ciega por lo que lo tapa con una mano y entrecierra los ojos. Seguro que cuando termine el fin de semana está harto de mí. Mejor dejar esta tontería.me destenso y le ofrezco mi mano.
   - Anda vamos a darnos un baño, que hace un calor...- sonríe. Sigue con la mirada mi mano, y luego vuelve a mirarme. Entonces asiente y, perezoso extiende su mano hacia mí para que pueda agarrársela.
   - Tienes unos ojos preciosos, ¿sabes?- me siento arder. Nadie me dijo eso, nadie más que... intento relajarme, controlarme, pensar que herirme es una de sus últimas intenciones. Solo tengo que recordar como respirar, y lo demás solo será cuestión de tiempo, se me pasara. Mis recuerdos no deben superar a mi realidad.