viernes, 30 de septiembre de 2011


Los sueños se harán realidad cuando las personas aprendan a volar por su cuenta. Los sueños están hechos de un material intangible, del material del que están hechos los sentimientos y los pensamientos, un material tan invisible y ligero como el aire. Tan pequeños como la materia. Pueden ser tan inservibles como el polvo de los zapatos cuando andas por un camino de arena, tan molesto como unos minutos perdidos y tan agobiantes como un fin de semana estudiando.  Tan imposibles como la existencia de seres mágicos. Los sueños solo sirven para plasmarlos en un papel y ganar dinero y fama a costa de ello. Los sueños pueden ser perfectos, pueden ser tan sencillos como un paseo por la playa, pero nunca se harán realidad, ni aunque sueñes con comprarte un chicle en el quiosco de debajo de tu casa nunca sentirás lo mismo que sentiste en ese sueño, algún detalle será el fiasco de poder hacerlo realidad, desde la camiseta del vendedor hasta que se equivoque con la vuelta. Un sueño nunca se volverá a repetir mientras estés despierto.  Los sueños son como películas que solo suceden cuando estás dormida. 

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