Hace poco encontré una hoja escrita de cuando era bastante chica como para haber puesto cara de no saber quien había escrito eso. Cuando te das cuenta tienes una sonrisa en la cara mientras lo lees, todos son tonterías,  promesas que se las llevo el tiempo y amistades que desaparecieron con el fin de la infancia. Comparas tu vida que está en esa hoja y la vida que llevas ahora, antes una promesa  parecían simples palabras lanzadas al aire que no hacen daño a nadie, ahora no puedes guardarte los remordimiento del incumplimiento de ninguna de tus promesas, antes te resultaba fácil decir que querías a alguien, ahora tienes que pensarte cada una de tus palabras antes de decirlo porque puedes fallar.  Antes podías hacerte fotos estúpidas sin pensar en tus defectos, ahora no puedes evitar usar photoshop. Antes no te importaba salir a la calle con un chándal simplemente o incluso con el pijama, ahora te tienes que vestir perfectamente para evitar miradas indeseadas. Antes no te preocupabas por tus sentimientos, hacías lo que querías y olvidabas rápido, si te hacías una herida preferías echarte agua y seguir jugando, ahora te sientas esperas hasta estar perfecta.