viernes, 20 de abril de 2012

Empece a soñar en blanco y negro para no confundirlos con la realidad. Sigo recordando aquel domingo lejano en el que pensé ojala todos los días fueran como hoy, un sueño. La mayoría son sueños incumplidos que nunca han tenido destino y aun no les he dado una fecha de caducidad. Antes hacia un cuaderno con mis sueños mas cercanos y los más lejanos. Ahora solo unos cuantos de esas palabras están subrayadas. La mayoría están tachados, sueños que de niña escribía con la certeza de que alguna noche se harían realidad como en las películas. Me acuerdo de un sueño en particular en el que yo me imaginaba que un águila venia volando a mi ventana y me llevaba con ella a lo alto de las montañas y me enseñaba a surcar el cielo con ella. Ahora pienso que en verdad tenia bastante perspectiva porque realmente, mi verdadero sueño siempre fue comparar los míos con los de los demás. Mi teoría es que los sueños son como la energía, no se crea ni se destruye solo se transforman. 

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