miércoles, 9 de marzo de 2011

Recuerdos. chapter 2

DOS                                                        
-         Shopie, Shopie despierta, has tenido una pesadilla cariño.
La frente me sudaba y el corazón iba más rápido de lo natural.
-         Estoy bien, no pasa nada.
-         ¿Qué has soñado?- dijo un tanto preocupado y esperando mi respuesta.
-         He soñado con la noche en la que murió mama.
Se me encogió el corazón al decir esa última frase. Mi padre agacho la cabeza, aunque no quisiera admitirlo yo sabía que él estaba rememorando amargamente aquella noche. Quería cambiar aquel día y tacharlo del calendario, un lavado de memoria tampoco estaría mal pero me temo que de momento eso era imposible.
-         Perdón, no era mi intención recordártelo, yo… - pero arreglarlo ya era imposible.
-         No pasa nada.- sonrió falsamente para hacerme ver que lo había superado, pero era un mal actor, me besó la frente y se fue silencioso.
La puesta se cerró sigilosa y me eché en la cama esperando volver a dormir, pero yo sabía que eso me iba a ser imposible. La imagen de mi madre aparecía repetidamente en mi mente con dolor, superar aquello era un objetivo imposible de alcanzar. Y en ese momento recordé.

“Mama, mama corre, corre se me ha escapado el globo, cógelo.” Mi globo rojo huía  de mí hacia lo alto y era imposible de alcanzar para mí, miré a mama, estaba tan guapa como siempre, llevaba una camisa a rayas verdes y un pantalón vaquero corto con tirantes y corría ágil para ayudarme a recuperar mi globo. “venga mama que se va a escapar.”  La mire con los ojos llorosos y ella me dedicó una sonrisa como si todo estuviera echo, entonces se subió a un tronco curvado que había y cogió al vuelo el globo. Sonreí. Se bajó del tronco y se sentó en el yo hice acopio de ella y me senté también, entonces sacó un hilo de su bolsillo del pantalón, lo anudó al globo y me miro cómplice, yo estaba atenta a cada paso que daba, entonces cogió el otro extremo  del hilo, me cogió la mano y me lo anudo para que no se me volviera a soltar nunca más.
Ese recuerdo pasó fugaz por mi cabeza y caí dormida.

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