martes, 28 de junio de 2011

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 5 (parte 2)

Hacer como si no estuviera pensando en otra cosa es una buena opción, así que acepto la cámara con una sonrisa y le doy las gracias en un susurro, en verdad no sabría si ha sido un susurro o más bien un simple movimiento de los labios, pero me da igual, John me ha devuelto la sonrisa y ha fijado le vista en el atardecer y decido que me ha entendido. Miro la cámara atentamente, no es una polaroid, pero me da igual miedo, nunca fui una buena fotógrafa y me da miedo fallar a la hora de hacerla. La enciendo y espero a estar preparada para hacer la foto, listo. Miro por la lente de la cámara y veo el atardecer más perfecto que he visto en mi vida. Saco unas cuantas fotos, porque seguro que algunas me saldrán mal y no puedo desperdiciar tal belleza con mi poco talento. Cuando he terminado de tomar todas las fotos que he creído bastantes miro a John que se ha acomodado en la arena de la playa sentado con las manos rodeando las piernas y mirando el atardecer.
   - Es mi color favorito.- dice en un susurro, señalando el naranja que baña el cielo. Esboza una tímida sonrisa. Aparta la vista del atardecer para mirarme.
   - Si, es muy bonito.-su observación me había cogido completamente desprevenida y no he podido decir más que eso. Debo arreglarlo.- Mi color favorito es el de tus ojos.- vaya como lo he arreglado. Sin embargo, él me mira con un cierto punto de intriga.
   - No te merezco Shopie, creo que te mereces algo más que a un chico que te salvo de un encontronazo con un delincuente.- dice con un tono suave, casi compasivo, como si se estuviera privando de algo de lo que podría disfrutar, pero él afirma que no es de su merecer. Me temo que de lo que se está privando es de mí.
   - John, si lo que estás insinuando es que me siento atraída por ti estás muy equivocado, yo nunca pensé de ti de esa manera. Casi no te conozco, cómo puedes pensar eso. – se me hace un nudo en la garganta y decido dejar de hablar, estaba a punto de quebrárseme la voz y eso podría delatarme que en el fondo, si me siento atraída por él en cierto modo, pero aún no sé de qué modo se trata.    
John me mira, parece desesperado por que entre en razón, pero no se da cuenta de que lo que pasa, la realidad, es que ni yo misma lo sé. Le devuelvo la cámara, enfadada. No me puedo creer que vaya a recordar el mejor atardecer de lo que llevo de vida así de asqueroso.                                                                                        

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