sábado, 30 de julio de 2011

Hasta luego.


El inicio d algo siempre está en la misma palabra. Hola.
Al igual que el fin. Adiós.
O algo que no es un fin, es una frase de consolación que indica oportunidades, quizás una solución, un tiempo para pensar en lo hecho. Hasta luego.
Por eso yo nunca digo adiós. Por miedo, dirán. Yo opino que es por precaución, amor a la propiedad, a no perder nada o a no dejar un vacío de pensamiento negativo.

No hay comentarios: