viernes, 29 de julio de 2011

Renaciste en un aullido a media noche. Chapter 5 (parte 10).


-          Ahora ella está en el hospital y él la está acompañando.- susurro John como leyéndome los pensamientos.
-          Oh.- acierto a decir cabizbaja.
-          No me malinterpretes, no. Dejo escapar una risotada burlona.- no, mi madre está embarazada en dos semanas, tendré una hermanita y mi padre le hace compañía a mi madre, siempre han compenetrado bien y me siento orgulloso, últimamente las parejas no se mantienen estables cuando llevan mucho tiempo juntos.

Pienso en Rena, mi amiga Rena, sus padres ya habrán firmado los papeles del divorcio y ahora ella tendrá que pasar una semana con cada uno. La suerte es que ambos han decidido vivir en la misma ciudad para que ella no se vea obligada a elegir entre uno de ellos y tenga que cambiar de ciudad.

Miro a John con un gesto hueco, no sabía cómo debía reaccionar, si estar feliz por su futura hermana o no por todo lo que nos pasaba. Si estaba feliz quizás se molestaría porque pensaría que solo pienso en mí y mis asuntos y si sonrío puede pensar que hay cosas más importantes. No sé qué hacer por lo que me vuelvo a mirar de nuevo el corcho con las fotos e intento parecer interesada. John se vuelve hacia mí, me giro para ver que está haciendo y caigo en la cuenta del sándwich que le he traído, se había girado para cogerlo, le dio un mordisco y emitió un gemido entornando los ojos. No pude evitar reírme.
-          Es el mejor sándwich que he probado en mi vida, enserio.- dijo aun con la boca llena mirándome de reojo.- mmmmmmmmmmm.
Cada vez estoy más confundida, creo que John está intentando disimular que nada ha pasado hoy que es una mala pasada del destino.
Yo pensé que con mi comportamiento tan absurdo en la entrada pretendía estar intentando lo mismo. John y yo seguimos charlando sobre nuestros veranos, sobre nuestra familia, y por una vez no m importo hablar sobre mi madre, la sentía más cerca hoy. Al principio era John el que hablaba y yo contestaba con poco más de un monosílabo, pero con el paso de los minutos la conversación se hizo más fluida.
Hablamos sobre todo en general, ya no solo era en la familia, seguramente había empezado hablando de eso por las fotos del corcho. Luego hablamos sobre todo, me conto un poco de la relación que mantuvo con Mia y que a mí me tenía tan intrigada por la ruptura, porque aunque yo parezca de las típicas que no se interesan por eso, si lo soy, me encanta saber detalles amorosos, siempre me pregunte si yo tenis raíces francesas.

Yo le conté todo lo que me gustaba hacer desde colocar las servilletas en la mesa con dos pliegues hasta contarle que nunca en especial me había interesado ningún chico. En ese punto John me pregunto por Steve, y por primera vez en mucho tiempo lo recordé, ese chico alto, moreno, tan interesante a simple vista, pero si lo conoces es el típico chico simple, no tenía pelos en la lengua y por eso no es que tuviera demasiados amigos, era extranjero, de Inglaterra y por eso todo en el colegio le era nuevo y tenía que comentar sobre todo de la única manera que sabía, grosero. En general no llevábamos bastante bien, yo era una de sus únicas amigas, aunque muchas le babeaban por el simple hecho de ser extranjero además de tener una sonrisa peculiarmente entre picaresca y burlona, que era otra de las razones por las que las volvía locas. Yo nunca me sentí atraída por él, lo consideré simplemente como un amigo. Se había ido del colegio a su país poco antes de que yo conociera a John y volvería pronto para los exámenes finales. Éramos grandes amigos, bueno realmente lo seguimos siendo, espero. John me mira levantado una ceja como si no se creyera lo que le estaba diciendo y me obligo a que se lo jurase o sino..., bueno que se lo jurase. 

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